Sin duda, uno de los mejores viajes del grupo por el
momento. Recuerdo que jugábamos un Martes y partimos en coche el Lunes por la
mañana, cinco miembros para ser exactos. El camino se hizo ameno, buena
variedad de géneros musicales durante el trayecto y cervezas a mansalva. Un par
de paradas para cambiar el agua al canario, tomar el aire, comprar más birras y
más música y palique hasta que llegamos a la Capital.
El hostal que habíamos reservado se ubicaba en el barrio de
Fuencarral, pero antes nuestro querido conductor el “ Metalero ", nos dio una vuelta por el barrio de
Moratalaz porque le apetecía gastar gasolina. Una vez llegamos al barrio de
Fuencarral dejamos las mochilas y nos encaminamos hacia los aledaños de La
Puerta del Sol. Ojeamos la zona y nos dejamos los cuartos en un par de bares
pijos tomando cuatro pintas contadas, así que decidimos ir a "La
Risueña", una clásica franquicia de bar de fritanga y cubos con
botellines. Se respiraba ambiente de juerga juvenil , todos hasta el culo de cebada y tapas, pero lo
mejor estaría por llegar y fue sobre las doce de la noche cuando bajaron la
iluminación del bar y pusieron la música en modo discoteca, a toda hostia
vamos. Aquello era un cuchitril con diversidad de grupos de gente; pijos,
kinkis, cinco personajes y luego... Un grupo de Serbios con ganas de juerga. El
último en levantarme para salir fui yo y mis compañeros ya fueron avisados
cuando se disponían a salir, no quedaba otra que tener que pasar por delante de
ellos. Con la cogorza pensé sensatamente y sabía que no acabaría bien la cosa
si les contestábamos a cualquier tipo de provocación pero un sujeto con un gran
símil a Ivan Bogdanov entonó un " PUTA BARCA ". Me paré, me giré y le
contesté con las mismas palabras, sabiendo que podían aniquilarme allí dentro,
y… se rieron todos. El tío era vidente,
sí, sabía que éramos de Barcelona y yo
lo corroboré dejando claro que nuestro equipo era el Cornellà y que teníamos
partido al día siguiente contra el Real Madrid. El vidente, obviamente, lo
sabía. Al final tres minutos de charla y adiós muy buenas, quedándose en mera
anécdota todo. La noche prosiguió en el barrio de Malasaña y terminó en el
hostal liando un buen pitote hasta que nos quedamos fritos.
Aupamos la mañana con una dura resaca, pero era el día del
partido y la motivación superaba cualquier malestar. Lo teníamos todo
planificado y hacer una visita a Vallekas era uno de los objetivos, así que
fuimos a la parada de metro más cercana y partimos hacia Portazgo.
La situación en Madrid estaba tensa. Tres días antes habían
asesinado a Jimmy, miembro de Riazor Blues, en el Río Manzanares, en la
trifulca entre el Frente Atlético y Riazor Blues. Pues bien, al bajar del vagón de metro…
Sorpresa! En el andén contrario nos estaban esperando más de veinte jóvenes de estética skinhead y casual. Subimos las
escaleras y arriba nos encontramos con ellos.
Todos sabemos que en Vallecas sólo se mueve con tranquilidad
el grupo de Bukaneros , no obstante, la adrenalina corría en nuestras venas y
con la incertidumbre por el asombro repentino. Dos, tres o cuatro segundos de
miradas hasta que uno de ellos alzó la voz y pronunció: ¿ Sois antifas ?. La
duda seguía en nuestras cabezas pero no íbamos a esconder nuestra ideología y
respondimos con un sí. Inmediatamente, todo se calmó con un intercambio de palabras
y reafirmando que sí, eran chavales de Bukaneros.
Paseo por el barrio, visita a la Bestiario, birras por aquí,
birras por allá, hasta que volvimos a coger el metro para ir a comer al centro
pues allí nos esperaba nuestro querido camarada “Corte Fino” que por aquel
entonces trabajaba de Lunes a Viernes en Madrid y dos miembros de Karraka Crew
que se habían desplazado en coche el mismo Martes.
Comer y beber, beber y beber hasta que llegó la hora de poner
rumbo hacia el Santiago Bernabéu. Con una buena cogorza llegamos a la parada del Santiago
Bernabéu, infiltrados entre el madridismo hasta llegar a la puerta y hacer
espera para las entradas.
La verdad que ningún problema por el camino, la
mierda fue al entrar. Cero alcohol, cero animación porque el CNP así lo quería,
y teniendo que escuchar comentarios de los maderos durante todo el partido como;
“ El guarro ese se quedó helado en el río “, haciendo referencia a Jimmy.
Comentarios que duraron los 90 minutos de partido, comentarios que tocaban
mucho la moral. Era inevitable no poder escucharlos porque los teníamos detrás nuestra. Dejando al margen las
barbaridades que salían por la boca de esos XXXXXX, ver a nuestra UEC jugar en el Bernabéu fue más
que gratificante. Pudimos avanzarnos en el marcador pero Boniquet falló el penalti,
una lástima pero para nosotros fue un honor estar ahí y un orgullo que los
jugadores pelearan el balón contra el todo poderoso Real Madrid. Al finalizar el
partido, abrazos, intercambio de palabras y fotos con los jugadores, todo un
detalle ( Gracias por la camiseta Pep! ).
Por parte de la hinchada local, una
mierda, una basura. La Grada Fans no vale para nada, sin Ultras Sur el Bernabéu
ya no es lo que era y es una pena, porque se han cargado el mejor foco de
animación que ha tenido el club durante tantísimos años.
Así pues, salimos del estadio y de vuelta al centro con total normalidad.
Esta vez cervecitas en el Museo del Jamón y posteriormente terminamos por
segunda noche consecutiva en el barrio de Malasaña.
Al día siguiente, desalojo del hostal, coger el coche,
visita a la Potencial Hardcore, rumbo hacia nuestra querida ciudad con un par
de paradas, una para comer, en la que nos pusimos finos con el vino, carretera,
música y de nuevo en Cornellà. Buen recuerdo, buen viaje y.. ah, se me
olvidaba… Todo ello patrocinado por Travel Club. ( Carcajadas ).
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